La semana de los machos Mongola (Versión Vespi)

-¿Así que os vais, eh?-dijo Alex.
-Todas a la vez, qué coincidencia.
-¡Pues sí! -exclamaron todas las chicas Mongola con una sonrisa. 
Todas iban cargadas de maletas. Raquel, Nami, Scar y mi mujer Rosalía. Esa clase de momento llevaba yo esperando años, librarme de el lado femenino de los Mongola por una semana para disfrutar de la vida como nunca junto a mi hijo; como machos.
-Pues nada, hijas, cariño. -dije, ajustándose mi cinturón que tenía una gran M de Mongola; cortesía de Mussolini el cual no lo echará en falta-. Pasáoslo bien. -agregué mientras sonreía.
-¡Gracias, papá! -dijeron todas mis hijas, y se fueron por la puerta dando saltitos y con cara de felicidad. 
Rosalía se quedó mirándome y mientras contaba con los dedos de su mano. Dijo:
-Recuerda que tienes que lavar la ropa, barrer el suelo, fregar los baños, hacer la comida todos los días...
-Lo juro, cariño. Palabra de Mongola. -dije mientras asentía y me reía por dentro.
-Papá, pero eso es un rollo. -replicó Alex
-Hijo, hay que hacer caso a tu madre. Siempre está aquí ocupándose de todo y es nuestra oportunidad de darle las gracias. -dije totalmente convencido. 
Alex chasqueo su lengua en forma de queja.
-Gracias, cariño. -dijo Rosalía y tras darme un beso, el cual alargué, le frotó la cabeza a Alex y se fue- 
Adiós, Alex. Cuidáos mutuamente. -Sonrió y se fue por la puerta-.
-Bueno, bueno, bueno...-dije frotándome las manos 
-Hijo, ya sabes lo que tenemos qué hacer, ¿no?
Alex suspiró cargadamente.
-Vale, ya friego yo los baños...-dijo mientras se levantaba.
-Eh, eh, eeeeeh...¡Esta semana es una semana de machos! ¡Hoy, fiesta loca! Ya limpiaremos otro día. -dije mientras lo frenaba.
-¡Yupiiiiiiiiii! -Gritó ilusionado cual colegiala recibe sus matriculas en las notas de final de curso- ¡Muchas gracias, papá!- añadió.
-Mañana llamaré a las putas. -dije con fuego en los ojos.- ¡Mañana comenzará la Semana de Machos Mongola!

Día 1: ¡THIS IS MONGOLA!

Yo me disponía a llamar al local para alquilar algunas damas de compañía. También iba a invitar a mis amigos de las familias amigas y del bar. Pero cuando me disponía a ir al teléfono el timbre sonó. Miré extrañado con rostro de cagarme en ese ser que llamaba a la puerta. Abrí y al ver que era un hombre con traje suspiré.

-Buenas, don Mongola, ¿cierto? -me preguntó el hombre.

-Sí, ¿qué pasa? -Le miré con cara de "me has dejado sin putas mamón".

-Verá, es que lleva usted cuatro meses sin pagar los impuestos, ¿sabe? Ehehe...y...necesitamos que los pague ya.- dijo mientras se frotaba las manos y una grotesca sombra con cuernos era proyectada tras él.

-Hmmmm...-le miré y susurré-¿Sabe quién soy yo? Soy un mafioso, señor.-Yo soy aquel que te llena el negocio.-susurré muy flojo para que Alex no me escuchara.

-Y yo soy de Hacienda, y o paga o va ¡A LA CÁRCEL! -gritó, haciendo que la vena de su cuello se hinchara-

-Bueno, bueno...-entré en casa de nuevo y cogí la cartera de importación Rusa-. Lo hago porque me da usted penilla, ¿eh?. -dije mientras le daba los fabulosos papeles brillantes que había conseguido el día anterior atracando un cajero automático. Esos chismes son muy tozudos y no hacen caso de las amenazas. Hay que saber convencerlos a base de martillazos.

Tras entregarle todo el dinero, el hombre se disponía a irse con una sonrisa en la cara. Pero yo hice un gesto a Alex para que fuera conmigo. Debodp a que me gasté todo el dinero de la fiesta en pagar  a ese cobrador tan pesado.

-¡Oiga! -Exclamé. El hombre me miró- Ahora que ya pagué, no me pueden detener, ¿verdad?

-No, claro. -sonrió-

-Bien...hijo...-le miré de reojo.- y Alex captó el mensaje.

-¡Sí, papá!

Ambos corrimos hacia él.

-¡NADIE JODE A LOS....! -exclamó alex 

-¡MONGOLAAAAAAAAAAAA! -Grité cual guerrero Vikingo mientras le propinaba una patada junto a Alex que mandó al cobrador oportunista hasta el sol.

Volvimos a casa y suspiré mientras decía:

-No te preocupes, este jueves cobro y podremos hacer la fiesta el viernes.

-Ya, ¿Y qué hacemos hasta entonces? -dijo Alex.

-Pueeees...-chasqueé los dedos- Se me ocurre una idea. Trae cámaras, descárgate el Sony Vegas y busca un tutorial. Yo sacaré mi mejor rifle. 

Mi fabulosa idea era crear un sparta remix con la frase que usamos para echar al cobrador de hacienda.

Día 2: Tiro al coreano.

-Bien, hijo. -dije tras llevar a mi hijo al cuarto de Raquel. 

-Hoy te enseñaré a defenderte de los coreanos diabólicos, ¿vale? -agarré su póster favorito de Jonghyung (un coreano con él cual se quiere casar).

-Moooola. - dijo Alex

-Lo primero que tenemos que hacer es maquillarlo cual bestia del averno. 

Nos acercamos al póster y cogimos unos lápices y cosas varias, maquillando el póster como si fuera un demonio. Tenia cuernos, bigote, perilla de chivo y una cicatriz que le cruzaba media mejilla.Luego nos alejamos y lo apunté con mi pistola favorita. La glock 9mm.

-Atento...-Susurré, y luego le disparé en todo el ojo-

-¡Hala, cómo mola! -dijo Alex.

-Toma, prueba. -le dije mientras le daba la pistola, y le acertó un tiro en la oreja.

-Not bad. -Dije encogiéndome de hombros. -A ver quién consigue más puntos. -dije

Continuamos tiroteando el póster hasta que quedó como un queso gruyere. Gané por 20 puntos. Porqué yo soy el mejor y  porqué un disparo en el pezón suma el doble que la frente.
-Bien, ahora entrenamiento en objetivos móviles. -dije mientras miraba a las tazas de porcelana de Raquel- Tírame una.
Alex obedeció, y  me lanzó una de sus tazas.Mientras la taza sobrevolaba la habitación yo disparé y al acertar esta explotó rompiéndose en pedazos.
-¡Vamos, tienes que probar tú también!- Grité mientras me reía.
De nuevo volvimos a disparar, tirando las tazas y destruyéndolas en el vuelo. Alex estaba a punto de ganarme pero como a mi nadie me gana le tiré una taza a la frente de Alex y hice que fallara su ultimo tiro.

Día 3: Granada vegetal.

-Papá, hace mucho que no limpiamos...teníamos que limpiar desde el lunes...-Dijo Alex, mirando al suelo. Estaba todo lleno de polvo, pelusas, líquido que a saber qué era, basura, trozos de porcelana rota y comida. A parte de la fauna  autóctona de ese ecosistema (cucarachas, hormigas, moscas, etc).

-Tranquilo, no hay prisa, no hay prisa....-Dije, tirando una birra vacía al suelo y eructando tras ello. 

-Esto me empieza a dar mal rollo. Todo esto mezclado va a crear una explosión atómica o algo así. -exageró Alex.

-Hala, no seas agonías. -Suspiré mientras volvía a eructar con más fuerza.

-Es verdad, creo que debería echarme un rato. -dijo Alex confusamente.

Mientras yo estaba tumbado en mi sofá Alex hizo lo mismo y se tumbo en el de al lado. Mientras él dormía se me ocurrió abrir una granada que guardaba de la 2ª guerra mundial y tirarla en el armario de los zapatos. Al quitar la anilla y tirarla empezó a salir un humo verde. Yo me decepcioné pero al instante empezó a crecer una substancia rara de color verde. En ese momento me acordé de los experimentos nazis y de las granadas vegetales que hacían que creciera esa substancia verde en el cuerpo de los enemigos. Por suerte salió defectuosa y solo crecía al rededor y producía mal olor.

Después de ver ese espectáculo verde decidí volver a dormir la siesta.

Cuando pasaron minutos, o puede que horas se escucho a Alex gritar:

-¡Socorrooooo! 

Yo me desperté con calma y vi que estaba rodeado por la sustancia mugrosa que se habia vuelto más densa. Por suerte tenía mi navaja de gitano en el bolsillo, con la que corté mis ataduras verdosas, y luego liberé a Alex que no paraba de gritar asqueado. Se levantó del sofá, exclamando irritado:

-¡Te dije que se llenaría todo de mugre! -Miré alrededor y vi como todo estaba infestado- ¿¡Lo ves!?

-Bueno, bueno, calma. Ahora vengo, intentaré que esto sea menos pegajoso. -dije.

Me fui a otra habitación, mientras Alex esperaba de pie sobre el suelo lleno de masa verde. En la habitación me acordé de que la orina creaba una reacción química a la substancia para que no fuera tan densa y diluirla lo suficiente. Tras esa idea oriné en el armario de los zapatos(el núcleo de la substancia verde) como si mi vida dependiera de ello. De repente la masa comenzó a perder su textura pegajosa, pero a cambio comenzó a emanar un poderoso olor. Volví con Alex triunfante.

-¡Ya está! -tosí- ¡Joder,¿ qué has comido?!. -me entraron ganas de vomitar pero lo reservé para luego.

-¡Es la masa esta de mierda! ¿Qué le has hecho? -Gritó Alex inquieto.

-Bueno...al menos no pega. -dije sonriente.

-No sé ni que prefiero... -dijo Alex con cara de asco.

Día 4: La Paloma de la paz

-¡Hahahaha! 
-¡Va a rabiar cuando lo vea! 
Alex y yo habíamos conseguido unos botes de graffiti del sótano, dentro de la caja de mis cosas de la guerra. Eran unos sprays de pintura roja que habían sido retirados del ejercito alemán por su pintura altamente corrosiva. Estábamos en el cuarto de Nami. O mejor dicho, en el de Paloma. Era su nombre Mongoliano en honor a la paloma que casi me caga en el traje recién estrenado, por algo su gran temperamento y rebeldía. Odiaba que le llamasen así. Por eso decidimos hacerle una pequeña gran broma y empezamos a escribir "Paloma" por toda la casa. 
-¡Eh, escríbeselo en el tampax! -Grité mientras me reía y escribía Paloma por toda la casa. Alex escribió hasta en su ropa, en la tele, en el salón, en la cocina, en todos lados, hasta que se le agoto la pintura. Pero como yo ya sabia usar esos sprays no malgastaba tanto la pintura como él y el bote me duro toda la noche.

Día 5 y Día 6: La fiesta brutal

-¡Ya he cobrado! -Exclamé felizmente entrando en casa con los billetes recuperados. Tuve que hacer una visita a aquel cobrador malévolo y le hice una oferta que no pudo rechazar a cambio de ese dinero. Tuve que retarlo a ver quien cosechaba más almas y gané yo.

-Alex preparalo todo. ¡Hoy es la gran fiesta! -Exclamé.

Llamé a mis amigos, contraté a unas damas de compañia y a una transexual para trollear a algun pobre desgraciado.También encargue el catering y de bebida todo tipo de alcohol y agua para mi hijo que no le gusta beber. Pero por sorpresa aceptó el vodka ruso recién importado de mis amigos los Penesekov. Se tomó solo tres vasos del tirón, y ya acabó borracho. Entonces apareció Mariona (su nombre real es Mario) y se llevo a mi hijo al baño mientras yo me reía esperando a ver como salía corriendo del baño.

-Mirad como corre mi hijo, ajajjajajaj vaya cara llevaba.- dije mientras bebia otro trago de vodka. 

-Parecía como si hubiera visto el kremlin. -dijo mi colega Viktor Penesekov.

Más tarde dos señoritas se me acercaron y me dijeron:

-¿Quieres jugara a algo divertido?

-Yo respondí al instante con un sí muy masculino y fuimos a mi habitación. Una vez dentro encendí la WII y jugamos los 3 al mario kart. Ellas me pegaron tal paliza que cuando yo acababa la primera vuelta ellas ya acababan la carrera. Una dijo que ella era la campeona de Rusia en mario kart para wii y entonces yo resalté mi hombría diciendo que era el campeón de tiro de Alemania para no hacer el ridículo. 

Al salir de la sala, vi como el Death Note de Scar estaba ardiendo, y yo como buen padre que soy tiré vodka del barato al fuego mientras me reía. El fuego se extendió quemando parte de la casa y un sofá. Al ver el fuego las damas de compañía salieron corriendo y gritando de pánico. Y todos nos reíamos mientras veíamos ese espectáculo ardiente. De golpe, un tonto se le ocurrió mojarse entero de whisky y bailar sobre el fuego. Acabó carbonizado y tuvimos que apagar el fuego. Pero cinco minutos después lo volví a encender.

La fiesta prosiguió hasta la madrugada del sábado, y entonces la gente se fue a su casa haciendo eses tranquilamente. 

Eh aquí la fiesta.

Día 7: El as en la manga

Tenía un dolor de cabeza brutal. Todo daba vueltas y la luz del sol me quemaba las corneas. Me desperté enterrado entre unas bolsas de basura y un montón de botellas vacías de cerveza y demás. Todas me las había bebido yo. De golpe me acordé de que las hembras Mongola volvían de sus vacaciones y me acordé de la nota que me había guardado el día 1. La saqué y me puse a leerla. Era mi plan de huida. No podía fallar. Cuando arranqué el coche y salí a toda máquina del garaje, no vi los arbustos ni el buzón y me lo lleve todo por delante. Al girar para seguir la carretera hacia mi libertad pasé por delante de las caras atónitas y rojas de ira de Raquel, Naminé (Paloma), Escarlata y Rosalía. Mientras decía:

--¡Y-yo me voy a trabajar, tengo negocios! ¡Adiós!

Luego a través del retrovisor pude ver como salía Alex gritándome cabrón y tirándome las botellas de cerveza estilo Donkey Kong con los barriles. Y a Rosalía gritando a pulmón que parara. Mientras conducía leí al final del papel: llevarse a Alex; y entonces solté una maldición pero pensé en las partidas de ajedrez. Sonreí y me dije a mi mismo:

-El plan ha salido bien. He perdido a Alex pero en las guerras siempre hay bajas.

Así es como deje la casa:

Antes

Después

Día 7, día 8 y día 9 La gran cruzada asiática

Tras llevar una hora conduciendo, me di cuenta de lo que había hecho y decidí arreglar las cosas. Fui al Aeropuerto y cogí el primer vuelo a Japón. Tras el largo viaje salí del aeropuerto dispuesto a conseguirlo todo sin obtener un no por respuesta. Fui a la casa de Tsungumi Ōba y le dije amablemente:

-Dame tu Death Note y no le pasara nada a tu familia.

-What? -dijo con cara de haber visto a la muerte.

-¡Guive me the fuquing Death Note! -dije con un mal ingles.

Entonces cogió una libreta negra y escribió Death Note con tipex en la portada y firmó la primera página pensando que era uno de sus fans locos. Tras recibir el death note salí derribando la puerta y me metí en el coche de alquiler. Compré un montón de mangas originales y una tonelada y media de peluches de todos los cómics. Algunos ni los conocía. También fui al mejor restaurante de sushi de todo Tokyo para aprovechar la ocasión y una vez estuve lleno proseguí con mi cruzada para recuperar todo lo que había destrozado.

ice lo que todo macho tenía que hacer.

Cogí el siguiente avión hacia Corea. Una vez llegué fui andando a visitar a Jonghyung. Entré por la ventana con una "tirolina" y tras un montón de vidrios rotos y madera encontré a Jonghyung. Lo llevé al hospital y cuando le pusieron los puntos le pregunté como se divierten los coreanos. Y me llevo de bares. Allí conocí a muchas coreanas atractivas y Jonghyun me invito a todas las cervezas coreanas que quisiera. Él Una vez contento le conté en un mal coreano toda la historia del póster y de que mi hija quería casarse con él, se rió y me dio otra cerveza. Entonces me dijo que se hacia una foto dedicada a ella. Una vez hecha la foto la envió a plastificar y en 5 minutos uno de sus agentes ya la tenia lista para firmar (siempre nos superaran en tecnología y en mano de obra). Tras escribir en unas letras muy raras me dio la foto y me fui al aeropuerto listo para viajar a china. 

Cuando llegué a China lo primero que hicieron fue asignarme a un vigilante chino. Yo le llamaba Ching pero el decía no se que de Chiang cada vez que lo nombraba. Fui de visita a la gran muralla China y pude contemplar su gran longitud. También fui a un restaurante chino y pedí que me guisaran a un perro. Tenía sabor a conejo. Tras acabar de comer, me puse las pilas y me preparé para recoger las tazas de la dinastía Ming tan chulas que habían en el museo de Pekin. Cuando rompí el cristal, la alarma empezó a sonar. Yo me asusté y fui corriendo hasta el coche de alquiler.

Cuando me senté una voz me dijo:

-¿Te lo has pasado bien?

Me gire asustado y vi a Ching muy enfadado.

-Son para mi hija, ella les dará un buen uso a esta vajilla tan bonita en vez de guardarla detrás de un cristal para acumular el polvo.

Ching se puso rojo y dijo:

-Pala llevalte la histolia de nuestlo pais tendlas que pasal pol encima de mi cadavel.

Cuando acabó de hablar le di un golpe con la glock 9mm en la cabeza y arranqué el coche. Tras una persecución con el ejercito chino, logré despistarlos y llegué al puerto donde tenia otro as en la manga.

-Vamos, sube a la lancha. -gritó una voz conocida.

Al subir a la lancha Jonghyung me dijo:

-Te acompaño hasta la India.

Después de varias horas en lancha, llegamos a la India. Me despedí de Jonghyung. Cogí el primer vuelo a España.

Todos sabemos que me espera una buena bronca... no la pondré aquí porque la cosa se va a volver violenta xD. 

FIN